Me permito un breve comentario sobre la res pública, sin que sirva de precedente. Habitualmente omito estos temas porque ya hay suficientes foros mediáticos y espacios de discusión en internet sobre política en España. Imagino que los lectores de otros países (los hay) tendrán bastante con lo suyo, así que seré breve. Desde hace unos meses se habla de crispación nacional, como si fuera algo nuevo. Y se señala con el dedo a unos alborotadores políticos y mediáticos en particular. Ellos son los culpables de todos los males de la sociedad, se dice.
Piense en algo que esté mal en el mundo. ¿Ya? Ahora busquemos al culpable: Bush, las multinacionales, la globalización, el capitalismo salvaje, el incumplimiento de los protocolos de Kyoto, la iglesia católica, los jueces, los árbitros y los entrenadores, los militares, la televisión, las drogas, los pesticidas, las grasas trans y el colesterol malo. Encontró al culpable, seguro. El mundo de la culpa no tiene ombligo (sigue).
Foto: seguro que podéis mejorarla (Robbins, no Robins).
Retomo ahora un texto de Eresfea, publicado el 12 de diciembre de 2006:
Piense en algo que esté mal en el mundo. ¿Ya? Ahora busquemos al culpable: Bush, las multinacionales, la globalización, el capitalismo salvaje, el incumplimiento de los protocolos de Kyoto, la iglesia católica, los jueces, los árbitros y los entrenadores, los militares, la televisión, las drogas, los pesticidas, las grasas trans y el colesterol malo. Encontró al culpable, seguro. El mundo de la culpa no tiene ombligo (sigue).
Me gustaría que se hiciera una lista oficial, para que uno supiera a qué atenerse en su vida. Una lista donde estuvieran los malos y los buenos. Todo sería más fácil.
Foto: seguro que podéis mejorarla (Robbins, no Robins).