viernes, 28 de septiembre de 2007

Los viernes


Desde siempre los viernes, con ese peinado entusiasta y frívolo, lucen el sello de lo premeditado. Sí, porque los lunes caen de sopetón, como una llamada telefónica inoportuna que rompe una velada divertida. Los martes se parecen a un encontronazo, son una simple resaca del lunes. Los miércoles se acogen con cierta inquietud futbolística, a veces fraudulenta si repentinamente juega la selección. Los jueves encarnan el dicho si te he visto no me acuerdo. Y los viernes, con mucho, son los días más premeditados de la semana. Los viernes se acercan bastante a esa saliva que prepara el primero bocado del solomillo al foie. Recuerdan al olor a hierba fresca y puro de viejo justo antes del partido en la Nueva Condomina. Durante los viernes los mensajes o las llamadas suenan diferente. Dicen los más sentimentales que a veces punzan ahí dentro, en el ventrículo derecho. La misma punzada que la tarde del domingo, pero sin tristeza.

Hacía mucho tiempo que no lo escuchaba:

-Vente a la fiesta, no te vas a arrepentir. Me consta que hay alguien especialmente interesado en que vayas.

(Lo prometo: soy el hombre que más cree en las buenas rachas del universo).

Sin embargo, lo mejor en estos casos es poner una excusa y no ir.

Nunca la palabra alguien puede tener tanto peligro.

11 comentarios:

J. dijo...

Qué grande eres, Miguelón.

Y yo confieso que soy de los que (seguramente) iría y (probablemente) caería. Por supesto, antes de volver a casa (por supuesto) ya me habría arrepentido. Pero (justo) demasiado tarde.

Anónimo dijo...

Conociendote, yo no se si deberias ir amigo.

Ya sabes: la perdicion de los hombres son las malditas...

Álvaro dijo...

Vete Miguel, vete.

Que seas tú la perdición

Además, de no hacerlo, estoy seguro que te preguntarás que hubiese pasado si hubieses ido.

Bueno, no estoy seguro, es lo que me pasaría a mí... jeje

Un saludo

Anónimo dijo...

¿Es un recurso literario o nos estás pidiendo opinión sobre el caso? Lo digo porque la decisión parece mas que tomada. ¿Qué nos dices de los sábados y domingos. QM

Miguel Carvajal dijo...

A estas horas ya os puedo asegurar que no voy a ir. He enviado un emisario en mi nombre.

No es un recurso literario, pero tampoco he pedido opinión, QM. La decisión estaba tomada de antemano, escrito está. Los sábados son un regalo y el domingo el día del Descanso.

Nodisparenalpianista dijo...

Yo qureo el bobo del profestor te puede preparar un elixir para hacer licuarse a los alguienes como los cubitos del fondo de toda buena fiesta que se precie.

Anónimo dijo...

No pega ni castaña aquí ¿verdad? pero felicidades, Miguel.

Miguel Carvajal dijo...

¡Sí que pega, claro que sí, muchísimas gracias, Marta!

Álvaro dijo...

¿Felicidades?

Me he perdido, ¿tu cumpleaños?

Miguel Carvajal dijo...

No, fue mi santo el sábado, Á. Matía.

Álvaro dijo...

Pues, felicidades entonces. Perdona que no me percatara pero no estoy muy al tanto de la agenda onomástica...

¡FELICIDADES!