viernes, 24 de octubre de 2008

Chinchin y otras cursilerías

Revisar y parafrasear el famoso microrrelato de Augusto Monterroso es repetitivo. Pero si uno encuentra una versión ingenua y honesta, hay que destacarla. Además, parece sencilla y platónica a la vez. ¡No todo va a ser ir de machotes!

La versión se puede leer en servidor no encontrado, la autora entrevistó a un consultor de publicidad:

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Un sueño: -------

(es la última de las 20 cuestiones breves que ayudan a completar su perfil)

Y escribe: me despierto y ella ya está allí.
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Ya puestos. El otro día, en una cena: foie macerado con mermelada de violetas; carpaccio de tenera y un breve delicioso solomillo al Pedro Ximénez. Vino Ribera del Duero. Y en el tercer brindis:

-¿Y por qué brindamos ahora?
-Por aquello que pensamos y no decimos.

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Pie de foto: ¿Dónde miras, Natalie?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para empezar, que sepas es requetefeo recochinearnos esa súper-cena. Y para seguir, deberían prohibirle a la Portman hasta salir a la calle. Y sí, qué pasa, es tooodo envidia ¡jajaja! Pero me encantó el (tercer) brindis.

belen torregrosa dijo...

no importa donde mire natalie, siempre será la cosa más dulce. Vivan los descubrimientos como el mío, los brindis, y todo aquello que acabamos diciendo.

Victoria Marrero dijo...

¿Y en qué pensabas cuando brindabas?