miércoles, 8 de noviembre de 2006

Conexiones nada azarosas (II)

Conversábamos sobre arquitectura, y me salió esta frase: "El primer fenómeno artístico en el que se plasman las ideas de una época, de una civilización, es la arquitectura". Y luego metí con calzador una cita que había leído de Navarro Baldeweg o de Calatrava: "La arquitectura tiene que acariciar al hombre". Luego, en lugar de darme una paliza, me alabaron. Entonces pensé: "¡Qué tiradas de la moto! Quizá por eso hice periodismo, porque me caí del ciclomotor a los dieciséis años cuando volvía del entrenamiento".
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Symptomatique BSO: 1. Beautiful World, de Colin Hay.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y esa extraña sensación de no controlar ni las riendas de tu propia vida...

Anónimo dijo...

Desde luego, qué suerte. Ayer utilicé la palabra "prolijo" para criticar un libro... y casi me escupen. Por cierto, recuperando historias antiguas, he tenido una experiencia similar a la de Andrés Pasavento en la Rue Vaneau de París... Ya te la contaré un día. QM

Miguel Carvajal dijo...

QM, jugué con José Antonio el otro día. Ya le debo 5 euros por la pista de paddle-o-sea, así que imagino que volveré a verlo. (A ver cuánto tarda Nahum en decir algo sobre esto).

Anónimo dijo...

Ya me cobré mis cinco euros en el fragor de la noche sabatina, amigo...

Y como te tengo cogido, jamás podrás pedirme que te los devuelva ni aportar las pruebas del robo.

Es lo que tiene.

Miguel Carvajal dijo...

Me hice el despistado... Te vi.

Anónimo dijo...

Menudo miedo que te acaricie una arquitectura. Imagínate al monumento de los caídos, de Pamplona, intentando acariciarte. Yo saldría corriendo.