martes, 9 de octubre de 2007

El lado bueno de las cosas


A veces un roto hace las cosas más simpáticas. Cicatrices, grietas, arrugas, descosidos. Es mejor no engañarse: si se ha destrozado algo, nada de depresiones y llantos. Quizá una canción, la palabra de un amigo o la mirada de un padre cambie las cosas.

¡Cuánta preocupación desparramada por no mirar el lado bueno de las cosas!

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Viendo a tus gafas rotas sonreir tan contentas, calculando que hoy ya he tenido canción, palabras de amigo y mirada de padre... qué tranquila me quedo, para el resto del día, con mi gripe y mis diversos rotos y descosidos.

Manuel Rivas dijo...

Como cantaban los Monty Python al final de La vida de Brian: Always look on the bright side of life.

Álvaro dijo...

No te engañes.

Estás 'jodio'

Además, seguro que eran nuevas.

Un saludo

Nahum dijo...

Bueno, bueno, majete. Eso lo dices porque tienes dinero para comprarte otras (¡las nuevas Rayban Pro!) y dejar a las viejas sonriendo.

Poesía burguesa, ummm.

María dijo...

Hay que aprender a ver el lado bueno de las cosas... cierto

ese dijo...

¡Qué rotura tan ingeniosa!

No tienes que quitarte las gafas cuando entras a un local, ya que se ve con la claridad suficiiente dónde está la barra y quién se encuentra en ella.
Y al salir, no es necesario ponérselas para que la luz del sol no dañe unos ojos que, por prestar extrema atención durante horas, se encuentran algo sensibles con ese exceso de luz.

Miguel Carvajal dijo...

Ánimo con esa gripo, Marta. Manoliño, gran canción. Á. Matía, no estoy jodido, el roto de las gafas fue en verano y ahora luzco nuevo cristal. Para que Nahum vea que mi poética, si la tengo, no es burguesa: no me he comprado unas nuevas gafas, sino que amortizo las que tengo, que duran y duran, con algún roto de vez en cuando.

Sí, María, aunque tu profesora sea un poco plasta.

Ese, lo tuyo sí que es ingenio.

J. dijo...

Miguel, con esa sonrisa, ahora siento ganas de romper todo. A ver qué sale.

abrazo.

mòmo dijo...

Pues a mí me has sonado al optimismo azucarado de Pollyana, jeje. (De todas formas, este es el comentario de alguien definido como "voluntariamente cursi", lo que me resta bastante credibilidad)

Anónimo dijo...

Me encanta :)

Nodisparenalpianista dijo...

Además, siempre puede ser peor: imagínate que estuviesen graduadas. Ooops, ¿lo estaban?

Álvaro dijo...

Toc, toc.

saiz dijo...

Todo contratiempo es una oportunidad disfrazada.

Fleming descubrió la penicilina por culpa de un contratiempo: esas miguitas cerca del microscopio...

Colón se topó con América por culpa de un error de cálculo: la Tierra era redonda, sí, pero Asia quedaba un poquito más lejos.

El inventor del post-it tuvo un contratiempo: el pegamento que le salió era... malísimo.
Y

Perdido y preguntando
buscaba una calle
y he encontrado cuatro.