De camino al garaje veo un grafiti en la pared lateral de una clínica oftalmológica. Ayer lo fotografié con el móvil. Unos días lo miro y pienso: "¡Qué tontería!". Otros, en cambio, me digo: "Sí, eso, eso, no a la autoridad, no a los jefes, no a los árbitros, no a la policía, no a los presidentes...". Y luego me río. Qué adolescente, qué tontería sintomática. Recuerdo aquella clase de ciencias sociales en el colegio, cuando nos explicaban los sistemas de gobierno y cuestiones de política: democracia, soberanía, aristocracia, anarquía. Nos mirábamos de reojo y nos decíamos: "¡Eh, tío, yo soy anárquico, cómo mola!".
A veces las pintadas y los mensajes callejeros te despiertan o te dan esperanza en un momento bajo. Otras, te hacen reír. La mayor parte, nada. Sobre este género, y mucho más, Jose Antonio Millán es único. Aquí tenéis una de sus perlas. Todo un clásico.
Una de las mejores pintadas la vi este verano, en Alhaurín el Grande: "Yo no creo en Dios, Dios cree en mí".
3 comentarios:
José Antonio Millán tiene tantas perlas que hasta la Castafiore podría hacerse un lindo collar.
Mi pintada favorita, en un pupitre de Oxford:
"La sabiduría me persigue... pero yo corro más rápido".
En estos días de incontinencia legislativa y desmemoria histórica, me ha gustado una pintada que he visto por las calles de Harvard: "Nuestros sueños no caben un vuestras urnas". QM
A mi el dibujo me parece un poco autoritario, una mano cogiendo a la otra, además dice tajantemente que NO, debería contemplar que haya gente que le guste la autoridad.
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